Mientras los gobiernos negocian, las comunidades ya están liderando las verdaderas soluciones. A través de la Iniciativa de Investigación Comunitaria sobre Pérdidas y Daños, comunidades en Mongolia, México, Colombia, Kenia, Nigeria y Zimbabue están documentando los impactos del cambio climático —y las formas de cuidado, conocimiento y resistencia que surgen desde las bases. 
Desde pastores en Mongolia enfrentando sequías y dzuds, hasta comunidades ribereñas en Sonora-Bacanuchi (México) que reconstruyen tras desastres mineros, y defensoras en Colombia que protegen ríos y territorios —cada historia muestra que la justicia climática comienza desde abajo. En el Lago Bogoria (Kenia), la Red de Mujeres Endorois (EIWEN) denuncia cómo el cambio climático amenaza los ecosistemas y los derechos territoriales indígenas, mientras que en Zimbabue, las Defensoras de la Tierra de Chimanimani documentan los impactos persistentes del Ciclón Idai, desde la pérdida y el desplazamiento hasta los acaparamientos de tierra y la degradación ambiental causada por la minería. 
Juntas, estas investigaciones comunitarias están redefiniendo el debate sobre pérdidas y daños, transformándolo de una discusión técnica a una realidad vivida —y construyendo evidencia popular para exigir justicia, reparación y recuperación basadas en su propio conocimiento y liderazgo.  |