El Comité Africano de los Derechos y Bienestar del Niño responsabiliza a Mauritania de la esclavitud infantil
Minority Rights Group International y SOS-Esclaves en nombre de Said Ould Salem y Yarg Ould Salem c. el Gobierno de la República de Mauritania, Decisión no: 003/2017
Said Ould Salem y su hermano menor, Yarg Ould Salem, nacieron de una madre haratin, parte de la antigua clase de esclavos de Mauritania. Aunque ahora la esclavitud está prohibida en Mauritania, la práctica sigue siendo generalizada. Desde su nacimiento, ambos hermanos se convirtieron en esclavos de la familia El Hassine. Los dos niños trabajaban siete días a la semana sin descanso, incluso los viernes. Sufrían a menudo castigos corporales y sólo se referían a ellos como “esclavos”. Ninguno de los dos asistía a la
escuela ni recibía instrucción en el Corán. Los hermanos escaparon en 2011.
Minority Group International y SOS-Esclaves presentaron este caso en nombre de Said y Yarg ante el Comité Africano de Expertos sobre los Derechos y el Bienestar del Niño (Comité) el 15 de diciembre de 2015. Los demandantes alegaron que la República de Mauritania violó los artículos 1 (Obligaciones de los Estados Partes), 3 (No discriminación), 4 (Interés superior del niño), 5 (Supervivencia y desarrollo), 11 (Educación), 12 (Actividades recreativas, culturales y de ocio), 15 (Trabajo infantil), 16 (Protección contra el abuso y la tortura infantil), 21 (Protección contra prácticas sociales y culturales
perjudiciales) y 29 (Prevención de la venta, tráfico y secuestro de niños) de la Carta Africana de los Derechos y el Bienestar del Niño (Carta). El Comité consideró este caso admisible debido a una demora indebida en el proceso penal y la falta de recursos efectivos y suficientes, entre otros factores.
El Comité emitió su decisión el 15 de diciembre de 2017. Concluyó que aunque Mauritania tiene una legislación que penaliza la esclavitud, el Estado no ha implementado dicha legislación en todas sus entidades, y la propia legislación no proporciona una protección adecuada en la práctica contra la esclavitud. El Comité dictaminó en un acuerdo casi total con los querellantes, al constatar que Mauritania violó sus obligaciones en virtud de los artículos 1, 3, 4, 5, 11, 12, 15, 16 y 21.
Además, el Comité hizo hincapié en la interrelación e interdependencia de todos los derechos (civiles y políticos, así como económicos, sociales y culturales).
El Comité emitió varias recomendaciones, haciendo un llamamiento a la República de Mauritania para que, entre otras medidas:
- Enjuicie y condene debidamente a todos los miembros de la familia El Hassine por la esclavización de Said y Yarg, según lo ordena la ley mauritana y los derechos de la Carta;
- Garantice que los hermanos y otras víctimas de la esclavitud reciban las indemnizaciones adecuadas en forma de documentos de identificación necesarios, inscripción en escuelas públicas, apoyo psicológico y compensación; y
- Se asegure de que todos los organismos estatales, la sociedad civil y otras partes interesadas colaboren para hacer frente a la esclavitud o las prácticas similares a la esclavitud como una cuestión prioritaria.
Esta histórica decisión tiene el potencial de traer un cambio positivo para Said y Yarg, así como para miles de otros niños víctimas de la esclavitud en Mauritania.
La decisión del Comité es particularmente importante porque enfatiza que los Estados no son meramente responsables de brindar protección legal formal. Además, los Estados también deben garantizar la implementación efectiva de leyes que salvaguarden los derechos humanos.
La decisión del Comité ilustra problemas de discriminación múltiple o interseccional. Aunque el tema de la interseccionalidad no se trata expresamente en la decisión, el fallo pone en evidencia cómo es experimentada la discriminación de una manera más severa o única debido a factores superpuestos, como la pobreza, la edad y la etnia (los niños pertenecían al grupo étnico haratin, quienes, históricamente han sido víctimas de la esclavitud en Mauritania). Este caso, especialmente en vista de los remedios estructurales que ofrece, representa un paso crítico hacia la erradicación de la
práctica generalizada de la esclavitud infantil en Mauritania, y se espera que también, en todas las demás jurisdicciones.
Queremos expresar nuestro agradecimiento especial por sus contribuciones a los siguientes miembros de la Red-DESC: Dullah Omar Institute, Minority Rights Group International y el Programa de Derechos Humanos y Economía Global (PHRGE) en Northeastern University.
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